sábado, 31 de octubre de 2009

TELEOLOGIA

TELEOLOGIA


El término teleología proviene de los dos términos griegos Télos (fin, meta, propósito) y Lógos (razón, explicación). Así pues, teleología puede ser traducido como «razón de algo en función de su fin», o «la explicación que se sirve de propósitos o fines».

Explica que la respuesta de un sistema no esta determinado por causas anteriores sino por causas posteriores que pueden delegarse a futuro no inmediatos en tiempo y espacio, es decir, supone que todo en el mundo y más alla, esta vinculado entre sí y que existe una causa superior, que esta por encima y lejos de la causa inmediata.

Decir de un suceso, proceso, estructura o totalidad que es un suceso o un proceso teleológico significa dos cosas fundamentalmente:

a) que no se trata de un suceso o proceso aleatorio, o que la forma actual de una totalidad o estructura no es (o ha sido) el resultado de sucesos o procesos aleatorios;
b) que existe una meta, fin o propósito, inmanente o trascendente al propio suceso, que constituye su /razón, explicación o sentido.

En términos de cierta tradición filosófica, esto equivaldría a decir que dicha meta o sentido son la razón de ser del suceso mismo, lo que le justifica en su ser.

Como se ve, el carácter teleológico de un suceso se opone a su carácter aleatorio. Sin embargo, de ahí no podemos deducir que teleológico y necesario (en su acepción epistemológica de legaliforme), sean coincidentes.

Un suceso es necesario relativamente a un cierto marco de referencia si, dadas ciertas condiciones, es lógicamente imposible que dicho suceso no tenga lugar en la estructura ontológica de dicho marco.

No obstante, decir de un suceso que es teleológico relativamente a un marco de referencia, significa que existe una tendencia, propensión, etc. en tal marco a desarrollar ciertas formas o estructuras que ceteris paribus (i.e., manteniendo ciertas variables constantes) tendrán lugar, y respecto a las cuales tal suceso es una fase, etapa o momento de su desarrollo.

El término teleología proviene de los dos términos griegos Télos (fin, meta, propósito) y Lógos (razón, explicación). Así pues, teleología puede ser traducido como «razón de algo en función de su fin», o «la explicación que se sirve de propósitos o fines».

Obsérvese, finalmente, que mientras lo necesario es lógicamente incompatible con la indeterminación, lo teleológico es compatible en cierto grado con la indeterminación, aunque un suceso o proceso teleológico no es, en sí mismo y en relación a su fin, indeterminado. De ahí que en ocasiones se haya hablado de distinguir dos tipos de necesidad: la necesidad física y la necesidad teleológica.

Fuera del ámbito ontológico, la teleología se dice de la acción humana y, así, de los denominados proyectos, planes, decisiones futuras, objetivos globales vitales, etc.

En este caso, el carácter teleológico de un suceso o acontecimiento (la acción humana) cumple las notas anteriormente mencionadas: la acción teleológica no es la acción arbitraria, la que responde a intenciones momentáneas, a caprichos o deseos del momento sin ninguna articulación superior; por el contrario, responde a una intencionalidad (fin), conscientemente explicitada, del agente y articulada generalmente dentro de un sistema teleológico (fines últimos e intermedios) que constituyen su proyecto vital.

Ahora bien, para que una acción sea teleológica no es suficiente con que responda a un fin consciente del agente; es preciso también que dicho fin haya sido asumido consciente y críticamente.

De otro modo, la estructura teleológica de un proyecto vital personal se opone, en tal caso, a las formas de vida: miméticas, inerciales, irreflexivas y alienadas.


EJEMPLO PRÁCTICO

Por ejemplo el fin de la semilla es convertirse en árbol, como el fin del niño es ser hombre; es decir tiene una finalidad que está determinada por su forma o esencia y a la cual aspira y de la que se dice que está en potencia la cual esta determinada por el futuro.

Incluso los seres inorgánicos manifiestan fines en sus movimientos pues aspiran a situarse en su lugar natural (cuando una piedra cae se mueve con la finalidad de estar en el suelo, que es su lugar natural, cuando el humo asciende lo hace para situarse arriba, que es su lugar natural...).


CONCLUSIONES

La Teoría General de Sistemas surge como una teoría interdisciplinaria, cuyo propósito es integrar los conocimientos de todas las ciencias en un mismo enfoque y que los descubrimientos de cada una sean aplicados en las demás.

La TGS se basa en tres principios fundamentales: el expansionismo, el pensamiento sintético y la teleología. La cibernética aporta las similitudes de dirección en los navíos a las situaciones en administración; así mismo, a ella se debe la incorporación de la Teoría de la Informática a la TGS.

La Teoría de la Información establece los elementos necesarios para la comunicación efectiva en las organizaciones.

La Teoría Matemática de la administración aporta el enfoque matemático al preocuparse por crear modelos matemáticos que ayuden a mejorarla toma de decisiones, p ara ello se apoya en la Investigación de Operaciones.

La Teoría de sistemas consiste en observar las cosas y fenómenos como elementos de cosas y fenómenos más grandes.

Concibe al todo como un conjunto de sistemas dentro de otros sistemas, que ejercen influencia mutua entre sí.

En la TS se incorporan términos como el holismo, gestalt, emergente sistémico y globalismo o totalidad, que permiten comprender mejor las características de los sistemas, así como la dinámica de sus elementos.

Las organizaciones se conciben perfectamente como sistemas, de tal forma que son susceptibles de ser analizadas mediante la TGS y la TS.